viernes, 4 de septiembre de 2015

Los 12 neurotoxicos que pueden dañar nuestros cerebros.

Los 12 neurotoxicos que pueden dañar nuestros cerebros son:

1. Manganeso


La mayoría de las latas de aluminio para bebidas contienen entre 0,8% y 1,5% de manganeso. (iStock)
La mayoría de las latas de aluminio para bebidas contienen entre 0,8% y 1,5% de manganeso. (iStock)
El elemento 25 de la tabla periódica es un metal que se ha utilizado como pigmento desde la prehistoria. Se trata de un elemento esencial en nuestra dieta y necesitamos ingerir entre 1 y 5 mg al día, pero su consumo en exceso, a partir de 11mg, resulta tóxico. Un estudio de 2010 mostró que la exposición continuada al manganeso presente en el agua está asociada a un descenso en los niveles de inteligencia de los niños en edad escolar. Actualmente sólo se considera peligrosa una concentración de manganeso en agua mayor de 50 µg Mn/L (hace menos de cinco años se consideraba segura una exposición de hasta 300 µg Mn/L).
2. Flúor


La concentración de flúor presente en la pasta de dientes es completamente segura. (iStock)
La concentración de flúor presente en la pasta de dientes es completamente segura. (iStock)
El más electronegativo y reactivo de todos los elementos de la tabla periódica es enormemente beneficioso para nuestra salud bucodental, y casi todos lo usamos a diario cuando nos cepillamos los dientes, pero eso no quita que sea también un neurotóxico. “Es una espada de doble filo”, reconoce Landrigan. No hay duda de que, en bajas dosis, es beneficioso, pero en grandes dosis provoca lesiones en huesos y dientes y, además, puede tener efectos negativos en el desarrollo cerebral.
Se ha comprobado que la presencia de flúor en el agua alcanza niveles peligrosos en algunas zonas de China, pero en España no debemos preocuparnos por esto y mucho menos por nuestra pasta de dientes.
3. Clorpirifós


El clorpirifós es un pesticida muy utilizado en las plantaciones. (Corbis)
El clorpirifós es un pesticida muy utilizado en las plantaciones. (Corbis)
El clorpirifós es un pesticida de uso agrícola ampliamente utilizado en cultivos como el algodón, el maíz las almendras o las frutas. Cuando se empezó a comercializar a mediados de los 60, su propietario, Dow Chemical Company, lo vendió como un plaguicida doméstico ideal. En 2001 la agencia de protección medioambiental de EEUU restringió su uso a las plantaciones agrícolas y se sigue utilizando ampliamente en éstas.
Aunque el clorpirifós no es bioacumulable en el medio y se degrada rápidamente en la atmósfera, puede acabar en nuestras frutas y verduras y, según Landrigan y Grandjean, sigue siendo uno de los neurotóxicos más peligrosos. “Recomiendo a las mujeres embarazadas que coman productos ecológicos porque reducen la exposición a los pesticidas en un 80 o 90%”, explicaba Landrigan en The Atlantic. “Estos son los químicos que realmente me preocupan”.
4. DDT


El DDT fue ampliamente utilizado hasta los años 70. (iStock)
El DDT fue ampliamente utilizado hasta los años 70. (iStock)
Este famoso insecticida vivió su momento de gloria en la primera mitad del siglo XX pero pronto se comprobó su enorme peligrosidad: afectaba a la glándula suprarrenal, al cerebro, al hígado, al nervio periférico, al sistema reproductivo y al feto, pudiendo provocar cáncer y tumores.
En 1972 el DDT se prohibió en EEUU y, poco después, en la mayoría de países del globo. En la actualidad hay científicos que piensan que se debería recuperar para acabar con el mosquito que causa la malaria, una opinión que respaldó la OMS. El debate, muy polémico, continúa.
5. Tetracloroetileno


Los trabajadores de la industria textil deben protegerse de la exposición al tetracloroetileno. (Corbis)
Los trabajadores de la industria textil deben protegerse de la exposición al tetracloroetileno. (Corbis)
Este disolvente, ampliamente utilizado en la industria textil y siderúrgica, es un peligroso tóxico cuya exposición, además de afectar al desarrollo cerebral de los niños, provoca numerosos problemas en los adultos que están en contacto con él en el trabajo. Diversos estudios epidemiológicos han comprobado además que la sustancia es capaz de provocar tumores en animales de laboratorio, por lo que está considerado un posible cancerígeno.
Por suerte se trata de una sustancia que se evapora fácilmente en el aire, así que su persistencia en el medio no es muy grande.
6. Bifenilos policlorados (PCB)


Los PCB se usaban en numerosos equipos eléctricos.
Los PCB se usaban en numerosos equipos eléctricos.
Los PCB se usaron masivamente hasta mediados de la década de 1970 como aislantes para equipos eléctricos como transformadores, interruptores, condensadores y termostatos. Durante el tiempo que se utilizaron, los PCB, que son muy estables, se acumularon en el medio ambiente.
Su concentración en el feto afecta directamente al desarrollo del sistema nervioso y, como consecuencia, a la capacidad intelectual. En EEUU y Canadá se ha estimado que el conjunto de población posterior a la difusión masiva de PCB ha podido nacer con entre un 5% y un 7% de disminución intelectual respecto a las generaciones anteriores.
Su uso está actualmente prohibido en casi todo el mundo.
7. Polibromodifenil éteres (PBDE)


Muchos sofás están rellenos de espuma de poliuretano. (iStock)
Muchos sofás están rellenos de espuma de poliuretano. (iStock)
Estos compuestos bromados se usan como retardantes de llama en plásticos y espumas. Están presentes en numerosos equipos electrónicos pero, sobre todo, en losmuebles, pues se aplica en las espumas de poliuretano presentes en estos. Su uso se popularizó para sustituir a los éteres bifenilos policlorados (PCB) que se prohibieron a finales de los 70. Pero el sustituto no fue mucho mejor.
Su degradación en la atmósfera es muy lenta, por lo que es un compuesto persistente, además de bioacumulativo en los animales. En 2006 el estado de California prohibió su uso después de que un estudio de la universidad de Columbia comprobara que la sustancia estaba presente en altas concentraciones en la leche materna, lo que se relacionó con un menor coeficiente intelectual y una pérdida de atención en los lactantes. En Europa su uso está permitido dentro de determinados umbrales considerados (de momento) seguros.
8. Arsénico


Es habitual que el arsénico penetre en los acuíferos y contamine el agua. (iStock)
Es habitual que el arsénico penetre en los acuíferos y contamine el agua. (iStock)
El arsénico es uno de los elementos más tóxicos que se encuentran en la naturaleza, pero los humanos han aumentado su presencia debido a que es un componente esencial en la industria. Su presencia en el aire, el agua y los alimentos es una preocupación constante de las autoridades medioambientales y sanitarias. 
El pasado octubre un grupo de investigadores de la Universidad Miguel Hernández (UMH) publicó un estudio en el que alertaba del alto contenido de arsénico (orgánico e inorgánico) presente en el arroz, que puede resultar peligroso para las personas celiacas que no suelen comer otro tipo de cereales. Y no hay año que pase sin que la presencia de arsénico en los acuíferos obligue temporalmente a cortar el suministro de agua potable en determinadas poblaciones.
9. Plomo


El plomo estaba presente en numerosas pinturas.
El plomo estaba presente en numerosas pinturas.
Este metal pesado tiene innumerables aplicaciones industriales y, aunque su toxicidades conocida desde hace centurias, era un material tan útil que nos hemos resistido siempre a dejar de utilizarlo. En 1921 la General Motors empezó a elaborar gasolinacon tetraetilo de plomo, lo que elevaba los octanos de ésta. El plomo acabó contaminando la atmosfera y solo se prohibió el uso de este combustible cuando los peligros para la salud que estaba causando fueron más que evidentes.
Ya en 1960 el microbiólogo y ganador del premio Pulitzer, René Dubos, aseguró que la exposición al plomo estaba “tan bien definida, con las causas y las curas conocidas, que si no eliminamos este crimen social, nuestra civilización se merece todos los desastres a los que está predestinada”. Tuvieron que pasar décadas para que el plomo se prohibiera en cacerolas, tuberías (que contaminaban el agua potable) y pinturas.
Entre 1970 y 2012, los niveles de plomo en sangre considerados tóxicos por las autoridades han pasado de 60 microgramos por decilitro a 5. No cabe duda de que la exposición al plomo se ha reducido considerablemente, pero es difícil saber si lo ha hecho lo suficiente.
10. Mercurio


El mercurio es altamente tóxico, pero hasta hace muy poco todos teníamos algo en casa. (Wikicommons)
El mercurio es altamente tóxico, pero hasta hace muy poco todos teníamos algo en casa. (Wikicommons)
Hasta 2006, cuando la Unión Europea aprobó prohibir los termómetros de mercurio, la mayoría de hogares españoles guardaba en un cajón una pequeña muestra de esta sustancia extremadamente tóxica.
El mercurio se acumula en el suelo o en las aguas superficiales, y los microorganismos son capaces de transformarlo en metilmercurio (CH3Hg), que es un compuesto mucho más tóxico, y que al absorberse provoca serios problemas en el sistema nervioso de todos los animales.
En la actualidad el manejo del mercurio en entornos laborales está muy controlado, pero es más difícil monitorizar su presencia en el ambiente. Los peces de la cúspide de la cadena trófica (como el pez espada, el atún o la caballa) tienen una tendencia natural a concentrar mercurio. Por ello se recomienda a las embarazadas (que, recordemos, son las que tienen que tener especial cuidado con todos estos neurotóxicos) no consumir estos animales.
11. Tolueno


Numerosos detergentes contienen tolueno. (Corbis)
Numerosos detergentes contienen tolueno. (Corbis)
Este hidrocarburo es una materia prima con muchísimas aplicaciones industriales, necesaria para la elaboración de poliuretano, medicamentos, colorantes, perfumes, dinamita y detergentes. También se utiliza como aditivo en los combustibles.
La exposición a grandes concentraciones puede provocar afecciones en el sistema nervioso de la persona. Por suerte, el tolueno es biodegradable, por lo que, aunque puede tiene cierta toxicidad sobre la vida acuática, no contamina tanto el medio ambiente como otros compuestos.
12. Etanol


Hasta los años 80 a nadie le preocupó que las embarazadas tomaran alcohol. (Corbis)
Hasta los años 80 a nadie le preocupó que las embarazadas tomaran alcohol. (Corbis)
El alcohol etílico –sí, ese que ingieres cada vez que tomas un vino o una cerveza– es una sustancia tóxica y es bien conocido su efecto pernicioso en el desarrollo del feto.Hoy todas las embarazadas saben que no pueden beber, pero el síndrome alcohólico fetal no fue identificado como tal hasta 1973 y no fue hasta los años 80 cuando las autoridades sanitarias empezaron a pedir a las mujeres embarazadas que evitaran el consumo de alcohol. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario