domingo, 8 de noviembre de 2015

Carnes procesadas.


Comer carne procesada como salchichas, hamburguesas o embutidos aumenta el riesgo de sufrir cáncer, según ha concluido  un panel de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El dictamen considera que este tipo de alimentos es “carcinógeno para los humanos” y lo incluye en el grupo de sustancias más peligrosas para la salud junto con el humo del tabaco, el alcohol, el plutonio o el aire contaminado, entre otros más de 100 compuestos analizados anteriormente. El organismo también considera que la carne roja (vacuno, cerdo, caballo, cordero, cabra…) es probablemente cancerígena.
Un panel de 22 científicos de 10 países de la Agencia Internacional para la investigación del Cáncer (IARC, en inglés), parte de la agencia sanitaria de Naciones Unidas, ha sido el encargado de revisar los estudios científicos publicados sobre el tema.
El informe asegura que el consumo de 50 gramos al día de este tipo de carnes (el equivalente a una salchicha o dos lonchas de beicon) incrementa en un 18% las posibilidades de sufrir un cáncer. “Para una persona, el riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal debido a su consumo de carne procesada sigue siendo pequeña, pero el riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”, ha señalado el doctor Kurt Straif, director del programa de monográficos del IARC.
Las razones por las que un consumo elevado de carne procesada incrementa significativamente el riesgo de padecer cáncer colorrectal no están del todo claras. Pero, como explica el American Institute for Cancer Research, parece que hay cuatro mecanismos implicados:
1. Los nitratos: las sales del ácido nítrico (HNO3) se utilizan para preservar el color y prevenir el deterioro de las carnes procesadas. Estudios de laboratorio han demostrado que estos compuestos provocan la formación de sustancias carcinógenas.
2. El ahumado: las carnes ahumadas contienen hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH, por sus siglas en inglés), sustancias carcinógenas que se forman cuando la carne alcanza altas temperaturas.
3. La cocción a altas temperaturas: algunas carnes procesadas (como el beicon o las hamburguesas) suelen cocinarse a altas temperaturas, algo muy habitual en las barbacoas, lo que genera la aparición de los PAH y otras sustancias cancerígenas como las aminas heterocíclicas.
4. El hierro hemínico: este mineral propio de la carne roja (responsable de su característico color) puede dañar el revestimiento del colón, lo que facilita la aparición del cáncer.








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