lunes, 14 de diciembre de 2015

Inciensos

Los inciensos y aceites aromáticos NO limpian el ambiente ni suprime malos olores. Lo que hacen es enmascarar otros olores bajo un humo espeso que puede hacerte daño.
El humo del incienso (y de muchos aceites aromáticos) es el resultado de quemar sustancias tóxicas y potencialmente cancerígeno derivadas del petróleo (Benceno, partículas finas, Formaldeido),  y sus efectos pueden ser tan dañinos para la salud como el humo del tabaco.




Estudios  llevados a cabo a lo largo de 12 años en Singapur revelaron que quemar varillas de incienso aumenta el riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer en la boca, los pulmones y la garganta.

La OCU recomienda no emplearlos en lugares que carezcan de ventilación ni en presencia de niños, embarazadas o personas que padezcan alergia o asma. En su lugar aconsejan el uso de velas, y no de manera habitual, y ventilar la estancia como mejor opción para mejorar la calidad del aire

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